La pregunta inicial de la filosofía: "¿Qué son las cosas?", suena todavía en nuestros oídos con ese aire de brusquedad y hasta de impaciencia, como si dijera: "Basta de dioses y de historias, volvamos a empezar a saber". Y al retroceder a la ignorancia se hundió en ella - el que se decidió a preguntar por las cosas - mucho más de lo que lo estuvieron los que configuraron los dioses.
... y parece que lo hubiera dicho a propósito de Cuchillos en gallinas.
2.9.06
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