Y tiene razón. Porque ha demostrado ser un excelente coequiper, un magnífico conductor de sus propios montajes y un trabajador incansable. De hecho, en estos momentos tiene en cartel Los mansos, que lleva más de un año en cartel; hoy estrena, en el Centro Cultural Ricardo Rojas, Bestiario Grimm, proyecto del cual es coordinador/curador; ensaya Cuchillos en gallinas de David Harrower, con Gaby Ferrero, Juan Minujín y Diego Velázquez, y Recital Ibsen con Elena Tasisto y Alfredo Alcón (ambos proyectos en el Teatro San Martín). O sea, de lo alternativo al circuito oficial, desde trabajos con teatristas emergentes hasta lo más granado entre los actores de prestigio, pasando por lo experimental.
Por eso, en situación de entrevista, es complicado hacerle un reportaje porque siempre tiene tanto entre manos que es complejo focalizar en algo. Pero, por suerte, él la hace fácil y comienza hablando del estreno de hoy: Bestiario Grimm.
"La cosa lleva dos años y surgió de un curso de nueva dramaturgia que doy en la Escuela de Arte Dramático. Con los alumnos comenzamos reflexionando sobre Brecht para hacer eje en el tema del miedo. A partir de ciertas necesidades del grupo, empezamos a pensar si podíamos encontrar un objeto sobre el cual seguir pensando. Entonces se me ocurrió pensar en la idea de una serie que pudiera dividirse en tantas partes como gente. Lautaro Vilo, uno de los que hizo el curso, propuso trabajar a partir de los cuentos de los hermanos Grimm que, si bien no conforman una serie, son más de 150 y la gran mayoría está vinculada con el miedo".
Repasemos. Cuando Tantanian habla de los hermanos Grimm se refiere a los alemanes Jacob (1785-1863) y Wilhelm Grimm (1788-1859), quienes desempeñaron un inmensa labor en la filología alemana. Claro que, como pocos, también rescataron las leyendas, las historias de tradición y transmisión oral transformándolas en cuentos de consumo masivo. De última, a ellos les debemos cuentos como Caperucita Roja o La Cenicienta.
Tantanian, como la mayoría, tomó contacto con esas historias cuando era adolescente. Y en la obligada revisión que hizo para este proyecto, descubrió otras capas en la producción de estos hermanos. "Sus cuentos son tremendos. Eran una suerte de personajes muy raros, tenían una voluntad enciclopedista que era bastante afín a la época, fueron una especie de bisagra entre el iluminismo y el romanticismo", cuenta.
A partir de leer una y otra vez sus libros, tomaron medidas necesariamente caprichosas para darle a forma a esta colección de animales performática. Lo explica él: "Lo que se verá son nueve microsituaciones que no llegan a construir un relato. La cosa dura casi dos horas. Comienza con dos obritas en la sala Pujato, luego se pasa por una instalación en el hall del Rojas para terminar en la sala Batato Barea, en donde se presentarán las últimas seis obras".
Cada obra fue realizada a partir de quince textos "grimmianos". "El chiste es que si uno ve el espectáculo entero estarías viendo los 150 y pico de cuentos de los Grimm. Lo cual es falso pero da un idea de totalidad", apunta. Los responsables de cada una de estas situaciones son Paula Bartolomé, Ximena Espeche, Milagros Ferreyra, Ariana Harwicz, Pablo Iglesias, Bea Odoriz, Sol Pérez, Mónica Salerno, Lautaro Vilo y Susana Villalba. Ellos harán estas ocho únicas funciones del Bestiario Grimm en el Rojas.
De un recital y un cuchillo
Mientras ese proceso de investigación llega a su fin, Alejandro se encierra en el Teatro San Martín porque allí ensaya dos montajes. Cuchillos en gallinas, obra de David Harrower, un proyecto suyo que, como dicen los canales, se estrenará "próximamente". Por otra parte, Recital Ibsen (fragmentos, cartas y misceláneas) es un espectáculo dedicado al dramaturgo noruego en el año del centenario de su muerte. Tantanian pone especial énfasis en poner en caja a este último proyecto que se estrenará el 3 de octubre. "Como Un enemigo del pueblo no pudo hacerse por cuestiones presupuestarias -explica-, Kive Staiff, director del Complejo Teatral, me convocó para hacer algo en relación a Ibsen. Será algo casi informal. Para la dramaturgia llamé a Nicolás Schuff, que tiene especial debilidad por el trabajo de Ibsen, y armamos algo. Como Ibsen no es muy conocido, buscamos también materiales periféricos, algunas cartas, escenas emblemáticas de sus obras y construimos un texto. Va a ser una lectura de esos materiales con la presencia y la magia que tienen Alfredo Alcón y Elena Tasisto. Eso alcanza".
Amante de los actores, Tantanian suele convocar a intérpretes de enorme talento. Es lo que hizo en Los mansos y lo que planea hacer en Cuchillos en gallinas , producción que ya tuvo algunos cambios en los planes originales. "Inicialmente, la actriz iba a ser Analía Couceyro, pero como la producción tuvo muchísimos problemas, ella no pudo. Ahí apareció Gaby Ferrero, que es una actriz que adoro."
-Con ninguno de ellos habías trabajado, ¿por qué los llamaste?
-Tenía ganas de probar. Por lo pronto, los admiro. Diego Velázquez y Juan Minujín tienen un acercamiento a la actuación muy distinto a mis formas. Ellos son muy físicos y yo hago algo que pasa por otro lado, por eso me gustaba el desafío de hacer algo juntos. Y está bueno porque, para mí, la obra está exactamente en tensión entre una fuerza profundamente material, como de tierra, y algo muy espiritual, como de aire. Por eso necesitaba a esos actores.
-¿Cómo es estar dirigiendo a dos elencos tan distintos entre sí en lo generacional, la formación y sus implicancias en el medio?
-Teniendo en cuenta que son experiencias muy diferentes, Cuchillos... es algo más complejo por el tipo de material. Pero cuando trabajo ocupo un lugar muy horizontal. Cada vez llego al primer ensayo sabiendo un montón de cosas sobre la obra pero pensando casi en nada en lo que voy a hacer. Claro que cuando Alcón o Tasisto leen un relato lo increíble es que empezás a ver absolutamente todo lo que está en el texto. Claro, son ellos... Pero tampoco pasa por quedarme mirándolos y aplaudir. Hay una zona en la que tenés que cruzar cierta barrera que uno tiene con uno mismo. Y cuando sentís que empezás a probar, empezás a jugar. Y eso es siempre igual, no hay con qué darle.
Y sean sus compañeros de Bestiario Grimm, el mismo Alcón, sus tres actores de Cuchillos en gallinas y el intenso terceto de Los mansos, él, Alejandro Tantanian, juega sus mejores cartas y hace más fácil aquello que parece sumamente complejo.
Por Alejandro Cruz
de la Redacción de LA NACION - Miércoles 13 de septiembre de 2006
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